El sistema público de salud ha sufrido 12.051 bajas desde que comenzó la crisis. Esa es la suma entre personal que se ha contagiado (4.882) y el que ha salido por cuarentena preventiva (7.169). Si se cuentan las clínicas privadas, los contagios suben a 6.840. Así lo indican las últimas actas del Comité Operativo de Emergencia del Minsal, a las que CIPER tuvo acceso. En ese comité también se abordó un plan con la Onemi, el Servicio Médico Legal, Carabineros y Fiscalía, para manejar el aumento de los fallecimientos en el país. Además, diez obras de ampliación de la red de salud están paralizadas y otras 20 avanzan con lentitud por problemas provocados por la pandemia, como brotes de Covid entre sus trabajadores.
Una hora y veinte minutos duró la reunión del Comité Operativo de Emergencia (COE) del Ministerio de Salud (Minsal) el pasado jueves 28 de mayo. En la cita los diferentes departamentos técnicos de la cartera presentaron sus cifras y actualizaron la situación de avance del coronavirus en Chile. En esa reunión también se sinceró la marcha de los distintos planes del Minsal para enfrentar la pandemia.
Al viernes 29 de mayo Chile superó los 90 mil contagiados confirmados por examen PCR, y también superó la barrera de los 900 fallecidos, lo que ubica al país por sobre la media mundial de muertos por millón de habitantes. Chile es el décimo cuarto país con más contagios confirmados en el mundo, según las cifras difundidas por la Universidad John Hopkins (institución de referencia para esta materia).
Varios de los planes y cifras que contienen las actas del COE, revisadas por CIPER, no han sido compartidos con las instancias asesoras del ministro de Salud, Jaime Mañalich, como la Mesa Social y el Consejo de Asesores. Se trata de información que se ha manejado de manera reservada, pero de alto interés público, pues permite evaluar la planificación de la autoridad para enfrentar la crisis.
Una primera parte del contenido de esa acta del COE del Minsal fue publicada por CIPER el viernes 29 de mayo y mostró la crisis que atraviesa el equipo encargado de rastrear la trazabilidad de los contagios del coronavirus (vea el reportaje “Falla pieza clave para contener el virus: acta interna del Minsal revela graves problemas en la trazabilidad de casos”).
La información contenida en esta acta interna del Minsal muestra la real magnitud del nivel de contagio del virus entre el personal de salud. Si bien el ministro Jaime Mañalich informó este jueves que ese día había 3.707 funcionarios de la salud contagiados, el acta de la reunión del COE realizada en esa misma jornada entrega la cifra acumulada desde el inicio de la pandemia: al menos se han contagiado 6.840 personas, incluyendo a funcionarios de las clínicas privadas, cuya información el ministerio levanta con dificultad, según se reconoce en el acta revisada por CIPER.
Las actas del 14 y 28 de mayo también revelan que 10 obras que está ejecutando el Minsal para ampliar la capacidad de la red de salud pública, como la construcción de nuevos recintos asistenciales y ampliación de otros, están paralizadas. Algunas de ellas debido a brotes de Covid entre los trabajadores que ejecutan. Otras 20 siguen en funcionamiento, pero bajo fuertes restricciones. Las mismas actas informan, además, que el gobierno evalúa instalar en la Región Metropolitana el tercer hospital de campaña que llegará la próxima semana desde Perú, el que inicialmente estaba destinado a La Araucanía.
El funcionamiento al límite de los hospitales de la Región Metropolitana también es abordado en las actas. Por ejemplo, al 28 de mayo había 98 personas en la urgencia del Hospital Félix Bulnes esperando ser hospitalizadas. Ante el eventual colapso de algunos hospitales, el Minsal evalúa impulsar un plan para apoyarse en los centros más complejos de la salud primaria, como los SAR (Servicio de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolutividad).
En el COE del Minsal también se discutió cómo preparar a los organismos del Estado para manejar el aumento de fallecidos en el país. Uno de los planes que maneja el gobierno está a cargo de la Onemi. La idea, según se lee en una de las actas a la que accedió CIPER, es “analizar flujos de fallecidos en calle, domicilio y establecimientos”. Para ello se citó a una reunión entre la Onemi, el Minsal, el Ministerio de Justicia, el Servicio Médico Legal, Carabineros y la Fiscalía, la que se concretaría durante la tarde del 28 de mayo. En paralelo, el Departamento de Gestión de Riesgo en Emergencias del Minsal estaba chequeando con los recintos hospitalarios “los cupos de conservación de y tránsito de fallecidos y el stock de bolsas para cadáveres que poseen”.
Crece contagio en personal de salud
Un alto porcentaje del personal médico que está en la “primera línea” del combate contra el Covid-19 va a enfermarse. Incluso antes de que llegara a Chile, esta era una de las pocas certezas que existía en torno al comportamiento de la pandemia, por lo que los planes para evitar que el contagio avance entre los profesionales de la red son clave.
Los datos recogidos por la División de Gestión y Desarrollo de las Personas (Digedep) del Minsal, expuestos en la minuta del COE, lo confirman: según su registro se han acumulado 4.882 casos de contagio confirmado entre trabajadores de la salud, solo en el sector público. Si se suman los contagios de personal de la salud en clínicas privadas rastreados por el Minsal, esa cifra se eleva a 6.840 casos positivos, más de un 7% del total de contagios producidos en el país al 29 de mayo.
Hay tres servicios de salud que lideran en contagios: Servicio Metropolitano Suroriente (que incluye a los hospitales Sótero del Río, de La Florida, Padre Hurtado y San José de Maipo), que acumula 806 funcionarios contagiados; el Servicio de Salud Metropolitano Sur (hospitales Exequiel González Cortés, Barros Luco, El Pino, San Luis de Buin, El Peral y Lucio Córdova), con 542 trabajadores contagiados; y el Servicio de Salud Metropolitano Norte (hospitales San José, Roberto del Río, Instituto Nacional del Cáncer, Psiquiátrico y Comunitario de Til Til), que suma otros 541 funcionarios.
Las cifras engloban a todo el personal vinculado a los distintos servicios de salud (médicos, enfermeros, técnicos, auxiliares y administrativos). Y consideran no solo a los hospitales, sino también a los contagiados en otros recintos de la red pública, como los Cesfam, Cosam, SAR, SAPU y otros. Son casos acumulados desde el inicio de la pandemia en Chile.
De acuerdo con la información levantada por la Digedep, estos contagios han obligado a 7.169 funcionarios de la red pública a permanecer en cuarentena preventiva. De ellos, indica el reporte, 2.444 son técnicos en enfermería, 996 médicos y 995 enfermeros.
Si bien era predecible que esto ocurriera, disminuir la cantidad de personal médico inhabilitado para trabajar -ya sea por contagio o sospecha- es elemental para mantener a raya la expansión del virus. Las cifras de la Digedep indican una baja total de 12.051 funcionarios de la salud pública, sumando a contagiados y a los que han estado en cuarentena preventiva. A fines de marzo el Colegio Médico difundió una encuesta en la que el 85,7% del personal de salud indicó que le faltaban implementos de seguridad, como mascarillas, guantes, visores y pecheras, para prevenir el contagio (vea aquí ese reportaje de CIPER).
En la reunión del COE del MInsal realizada el 13 de mayo se notificó que 2.246 funcionarios de los distintos servicios de salud del país habían presentado contagio, mientras 5.809 tuvieron que hacer cuarentena. En apenas quince días –para la sesión del COE del 28 de mayo– esos números escalaron a 4.882 y 7.169, respectivamente.
Según la información contenida en la última minuta del COE, el sector privado se ha visto afectado en menor escala. La cifra recogida por el Minsal indica que 1.958 funcionarios se han contagiado de coronavirus, en un total de 43 instituciones. El documento cita algunos ejemplos: 298 en la Red Salud UC Christus, 258 en la Clínica Alemana y 169 en la Clínica Las Condes.
Esto ha provocado que 3.158 trabajadores de centros privados tuvieran que apartarse de sus funciones para realizar una cuarentena preventiva. Según la Digedep, 465 de ellos son de la Red Salud UC Christus, 329 de Clínica Dávila y 279 de Clínica Universidad de Los Andes.
CIPER consultó a cada una de esas instituciones si esos números calzaban con sus registros internos y, de ser así, si obedecían a cifras acumuladas o activas. Clínica Universidad de Los Andes fue una de las que presentó diferencias: su balance señala que son 260 los trabajadores que han permanecido en cuarentena, 19 menos que la información expuesta en el COE. Agregó que actualmente hay 20 casos positivos, y que 57 funcionarios están aislados por prevención.
El segundo establecimiento que no coincidió con los números de la Digedep es Clínica Dávila, que informó a CIPER un total de 341 funcionarios en cuarentena preventiva, 12 más que los contenidos en el documento del Minsal. El centro agregó que a la fecha hay 148 trabajadores con Covid-19. La Clínica Dávila es controlada por Banmédica. En ese holding (que también maneja las clínicas Santa María, Vespucio, Vidaintegra, Help, Bío Bío y Ciudad del Mar) informaron a CIPER que desde el comienzo de la pandemia ha registrado un total de 533 trabajadores afectados por coronavirus. Según sus registros, el 48% de ese total contrajo la enfermedad en “ambientes sociales”, el 29% dentro de las clínicas y el 23% restante no se ha podido trazar.
Clínica Las Condes precisó que los 169 casos señalados por la Digedep se encuentran activos, y se reparten entre equipos de salud y personal administrativo. “31 funcionarios permanecen bajo cuarentena preventiva y 221 lo han hecho desde el comienzo de la pandemia”, agregó el centro de salud.
Por su parte, Clínica Alemana confirmó que los 258 contagios mencionados corresponden al total acumulado. El número se divide en partes iguales entre funcionarios de salud y personal administrativo. Hasta el viernes 29 de mayo, dos miembros del equipo médico permanecían hospitalizados por coronavirus.
La Red Salud UC Christus indicó a CIPER que la cantidad de contagiados y de personal en cuarentena se la informa al Minsal, por lo que correspondía al ministerio entregar esa información. Lo mismo argumentaron las clínicas Indisa y Tabancura.
Las actas del COE agregan que la información desde el sector privado “se levanta con dificultad”, y que no todas las clínicas entregan la información del contagio de sus funcionarios a tiempo. Dentro de este sector se cuentan los recintos hospitalarios de Carabineros y las Fuerzas Armadas. El Hospital de Carabineros, por ejemplo, al 14 de mayo no había actualizado sus números desde hacía tres semanas.
Por último, la Digedep notificó que el virus también se ha colado con más fuerza en las filas de las seremi de Salud del país. Según el documento, a nivel nacional existen 128 casos confirmados, en circunstancias que hasta el 13 de mayo se habían notificado 95 contagios en estas reparticiones. El instituto de Salud Pública (ISP), por su parte, tiene ocho funcionarios contagiados, “1 más que la semana pasada”, consigna la minuta interna.
Ventiladores y camas UCI
El acta del 14 de mayo del COE da cuenta del trabajo coordinado que se estaba haciendo entre el Ministerio de Ciencias y Enaer (Empresa Nacional de Aeronáutica). Una filial de Enaer -DTS, que calibra equipos-, “gestionará el retiro desde los hospitales de los VM equipos y realizará las reparaciones y evaluación con el soporte de los servicios técnicos de las marcas de los VM”, señala el acta.
Un oficio de la Subsecretaría de Redes Asistenciales del 13 de mayo ordenó el retiro de 47 ventiladores mecánicos desde distintos hospitales, para que estos fueran revisados por la empresa de la Enaer para evaluar su reparación y eventual reincorporación a los recintos asistenciales. De los 47 ventiladores a reparar, 33 eran del tipo “invasivo” (que sirven para los casos complejos), 13 de “transporte” (para traslado de pacientes) y uno “de alta frecuencia”.
Desde el Minsal señalaron a CIPER que “se ha implementado la recuperación de ventiladores que estaba en desuso, los cuales, una vez que pasan por el proceso de la acreditación técnica, son incorporados a esta red, distribuyéndose de acuerdo a la necesidad que vayan presentado los diferentes recintos de salud”.
La misma acta del COE del 14 de mayo repasa el colapso hospitalario que ya comenzaba a evidenciarse en la Región Metropolitana: 59 pacientes en espera de hospitalización en la urgencia del Hospital Padre Hurtado, 50 en el San José y 49 en El Carmen, indica el acta de esa reunión. Esa misma semana comenzaron los traslados de pacientes a hospitales de regiones, el 12 de mayo la Unidad de Gestión Centralizada de Camas (UGCC) comenzó a trasladar a enfermos de la Región Metropolitana a la de O’Higgins. También a mediados de mayo aviones de la FACh debieron llevar muestras de exámenes PCR de comunas de Santiago a Puerto Montt y Valdivia, mientras que otras muestras viajaron por tierra a Concepción, esto ante el “aumento de la demanda”.
Para entonces, la cifra de consultas respiratorias en las urgencias de los hospitales comenzaba su curva ascendente: mientras a nivel país habían aumentado de 10.000 a 15.000 en dos semanas, en el Hospital San José el aumento había sido mucho más brusco, de 300 a casi 900 en el mismo periodo. A esa fecha ya había 18 pacientes hospitalizados en Espacio Riesco (el que fue habilitado el 7 de mayo) y el Minsal se preparaba para comenzar la instalación de 60 camas básicas en las dependencias de la CMPC (empresa del Grupo Matte) en Los Ángeles, Región del Biobío.
El acta del 28 de mayo da cuenta del aumento de la presión sobre el sistema hospitalario: “La situación es compleja en la red asistencial. Las consultas de urgencia general han permanecido estables. Sin embargo, las consultas respiratorias están con curva ascendente en todas las edades”, señala el documento, que agrega que este jueves en el Hospital Félix Bulnes había “98 pacientes en urgencia a la espera de hospitalización”. El documento suma una “situación difícil” en el Hospital Padre Hurtado y en la ex Posta Central, la que fue convertida en un “establecimiento Covid”.
Ese día el 94% de las camas críticas de la Región Metropolitana estaban ocupadas. Y, en paralelo, la División de Gestión de Redes Asistenciales trabajaba en un documento para definir los criterios “de ingreso y definición de cuidados medios y no básicos”, para recibir a pacientes en Espacio Riesco.
La misma unidad del Minsal buscará impulsar la presencia de “gestores de procesos” en las urgencias de los hospitales, que es un plan que se ensayó hace 10 años en la ex Posta Central, para “gestionar los flujos y tiempos dentro del proceso de urgencia”. En el mismo sentido se busca que los médicos hagan un filtro “para ver qué pacientes pueden realmente ingresar al proceso de urgencia”.
La División de Atención Primaria del Minsal prepara otro plan piloto para sumar a los SAR (que forman parte de la salud municipal) a la atención temprana de los pacientes que luego deberán ser atendidos en los hospitales. El plan se prepara junto a un médico intensivista de la Universidad Católica, y se ha determinado que podrán participar los SAR que cuenten con camas con oxígeno. La iniciativa comenzará a testearse “durante las próximas semanas” en recintos del área sur y norte de Santiago.
Obras paralizadas
Un anexo de la minuta del COE del 28 de mayo sobre las inversiones del Minsal indica que, entre hospitales y centros de atención primaria en construcción o remodelamiento, hay 10 obras paralizadas y 20 con funcionamiento restringido.
En el caso de los hospitales existen tres trabajos suspendidos, ubicados en Padre Las Casas (Región de La Araucanía), Ancud y Futeleufú (ambas en la Región de Los Lagos). Estas construcciones se encuentran paralizadas por motivos de prevención sanitaria. El documento anexo -al que CIPER tuvo acceso- agrega que un “profesional de la construcción” emplazada en Padre Las Casas contrajo Covid-19 y que se encuentra “en estado estable”.
Este balance considera como caso aparte al Centro de Diagnóstico Terapéutico (CDT) de Coquimbo, que cesó sus funciones de construcción por un “aumento de casos positivos” de coronavirus durante la última semana, y que se encontrará cerrado por al menos 14 días.
De los siete hospitales con obras funcionando a media máquina, tres están ubicados en la Región de Valparaíso, dos en el Maule, una en La Araucanía y otro en Los Lagos. La mayoría de estos trabajos han experimentado irregularidades en el horario y la asistencia de los obreros subcontratados, quienes han tenido dificultades para llegar y retirarse debido a los cordones sanitarios y el toque de queda.
En esta categoría llama la atención que continúe operando el proyecto “Hospital Claudio Vicuña” -dependiente del Servicio de Salud de Valparaíso-, que según el detalle consignado en el documento, mantiene tres casos confirmados de Covid-19 y “21 personas sospechosas en cuarentena”.
Por otro lado, respecto a las obras de centros de atención primaria, siete se encuentran detenidas y trece bajo funcionamiento parcial. Los trabajos suspendidos están emplazados en Maipú, Peñalolén, Macul, La Pintana, Melipilla, Arauco y Valdivia, mientras las construcciones que continúan su labor bajo resguardos se encuentran desde Alto Hospicio hasta Valdivia. Para conocer por qué no han podido seguir trabajando en condiciones normales, lea el documento anexo.
Hospitales de campaña
El acta del COE del 14 de mayo detalla los planes para instalar cinco hospitales de campaña en el país para ayudar a desocupar camas básicas e intermedias de los recintos hospitalarios más complejos. Así, se les daría margen de crecimiento de camas críticas.
El primer hospital de campaña que arribó al país desde Perú (el Minsal lo compró a la empresa WHC de ese país) se instaló a un costado del Hospital Sótero del Río y ya está entregado. El segundo comenzó a armarse al lado del Barros Luco el 24 de mayo. El tercero llegará la próxima semana.
Inicialmente, ese tercer hospital de campaña iba a montarse en el estacionamiento de un supermercado Líder en La Araucanía. Pero, ante el embate del virus en la Región Metropolitana, ahora el Minsal evalúa dejarlo en Santiago, a un costado del Hospital Luis Tisné, de Peñalolén. Ese tercer hospital provisorio debía llegar al país el 4 de junio.
El cuarto hospital está pronosticado que se instale en la Región de Coquimbo, en el estacionamiento del Estadio La Portada, de La Serena a partir del 24 de junio. El quinto, y último, tiene como destino Concepción, donde se montará en el estacionamiento universitario frente al hospital base de esa ciudad. En todo caso, el acta del COE del 28 de mayo pone un signo de interrogación a estos planes, ya que las ubicaciones finales se evaluarán según la evolución de la pandemia en el país.
Fuente: Ciper / Nicolás Sepúlveda y Benjamín Miranda