“Hay un consenso amplio respecto a que el número de muertes con diagnóstico confirmado de Covid-19 en nuestro país ha sido hasta la fecha bajo o moderado. ¿Pero, qué debemos esperar al final de esta historia? ¿Cuál sería la mortalidad potencial que observaríamos si llegamos a la inmunidad de rebaño antes de que dispongamos de una vacuna o un tratamiento efectivo?”. En esta columna de opinión los investigadores del Grupo Epidemiológico-Matemático para la Vigilancia de Epidemias y Pandemias (GEMVIP) USACH, realizan una proyección de la mortalidad potencial que tendría en Chile el Covid-19 en cada grupo etario si hubiera un millón de infectados.

Actualmente, en nuestro país tenemos una tasa de 1,66 personas fallecidas por coronavirus cada 100.000 habitantes y una tasa de letalidad de 1,07 fallecidos cada 100 personas diagnosticadas (según el reporte diario del pasado 11 de Mayo). A pesar de que estas cifras son preliminares, hay un consenso amplio respecto a que el número de muertes con diagnóstico confirmado de Covid-19 en nuestro país ha sido hasta la fecha bajo o moderado. ¿Pero, qué debemos esperar al final de esta historia? ¿Cuál sería la mortalidad potencial que observaríamos si llegamos a la inmunidad de rebaño antes de que dispongamos de una vacuna o un tratamiento efectivo asequible?

Las evaluaciones iniciales de la tasa de letalidad de la enfermedad Covid-19 en China y las estimaciones modeladas publicadas en revistas científicas muestran una dependencia muy fuerte de la edad. Las estimaciones de la letalidad aumentan abruptamente desde los 50 años en adelante.

Una aproximación posible para responder la pregunta enunciada debe, por lo tanto, considerar la estructura etaria de la población de Chile y usar las tasas de letalidad por infectado –sea este sintomático o asintomático– estimadas para diferentes categorías de edad. En lo que sigue usamos las tasas reportadas por Verity et al. en el Lancet of Infectious Diseases (1). Estas tasas son por construcción menores a las reportadas como tasas de letalidad por caso (Case Fatality Ratio), entendiendo por caso la enfermedad sintomática reconocida. Pese a esto, veremos más adelante que los resultados no serán tranquilizadores.

Usando las tasas de letalidad por infección (no por caso detectado) estratificadas por edad según Verity, y asumiendo una tasa de infección constante por grupo etario, estimamos cuántas muertes esperaríamos en cada grupo de edad si hubiera 1 millón de infectados en total (Tabla 1).

Según la Tabla 1, las muertes que esperamos son 7.297 por cada millón de infectados, afectando de manera más pronunciada a las personas mayores de 60 años. Del total de muertes, el 59,8% pertenecería al grupo de edad con más de 70 años. Sin embargo, casi dos tercios (61,3%) de las muertes restantes ocurrirían en el grupo de edad de 60 a 69 años.

A modo de comparación, y sólo por la diferente estructura etaria de sus respectivas poblaciones, en el Reino Unido se esperarían 10.614 muertes, 10.090 en Canadá, 9.253 en Estados Unidos y 3.822 en India, por cada millón de infectados. Es decir, en Chile esperamos una tasa de fallecidos por millón de infectados más baja respecto a países europeos o de Norteamérica debido a nuestra estructura etaria más joven.

Si asumimos que la inmunidad de rebaño puede alcanzarse una vez que se infecten y adquieran defensas entre un 40% a 70 % de la población3 y considerando la tasa esperada de muertes por millón de infectados obtenida en la Tabla 1 (7.297 muertes), debiésemos esperar un número de muertes entre 56.795 y 95.131 personas, si no logramos proteger a la población de mayor edad. Incluso, si fuésemos completamente eficientes en la protección de las personas sobre 60 años deberíamos lamentar la muerte de entre 10.657 y 18.651 personas menores de 60.4

Para tener una idea de lo que estas cifras representan, basta con señalar que en Chile mueren al año alrededor de 105.000 personas. Sin embargo, al ritmo del número de personas que se infectan por semana en nuestro país actualmente, llegar a la inmunidad de rebaño podría tardar varios años. Por el contrario, una liberalización total de las medidas de contención podría desencadenar una epidemia tal que los totales reportados se materialicen en el curso del año.

Estas cifras pueden incluso ser conservadoras, ya que suponen que el Sistema de Salud se mantiene sin ser sobrepasado, y no hay un impacto de la epidemia sobre la mortalidad de otras patologías, al trastocar severamente la atención de salud de éstas.

Fuente: Ciper

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