El 8 de septiembre de 2017, la profesora Noemí Cáceres ingresó una carta a la oficina de partes de la Municipalidad de Olmué denunciando un acoso sexual del director de un colegio en contra de una joven docente. Cáceres, una de las 100 mejores maestras del país, según un concurso del Mineduc, terminó siendo trasladada del establecimiento y luego desvinculada como funcionaria de la Corporación Municipal de Educación. Su denuncia, asegura, nunca fue escuchada por la administración de la alcaldesa Macarena Santelices, actual ministra de la Mujer y Equidad de Género.

“Mujer de rostro lindo, pero corazón oscuro”. Así describe Noemí Cáceres a Macarena Santelices, quien  fue su jefa en la Municipalidad de Olmué y que hoy está a cargo del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. Cáceres, profesora con asignación de excelencia pedagógica, recuerda una historia que hoy se atreve a desempolvar por primera vez públicamente.

–En el año 2017 le envié una carta a Santelices contándole sobre los abusos que un director educacional cometía contra mujeres, en los que incluía maltrato verbal, acoso sexual a profesora recién egresada y a estudiantes de octavo año– recuerda.

En la misiva recepcionada por el municipio el 8 de septiembre de 2017, dirigida a Teresa Arancibia –directora del Departamento de Educación del municipio con copia a Macarena Santelices y al concejo municipal–, Noemí detalla que en enero de ese mismo año reveló a la alcaldesa que el director del establecimiento, durante un seminario en Santiago, invitó insistentemente a una docente a su habitación, situación que le habría acarreado una serie de inconvenientes a la profesora.

“Fue bajada de la comisión de un viaje a Francia por el director ­– se lee en la misiva a la que tuvo acceso El Desconcierto–. Los meses siguientes desde la ida al seminario, hasta fines de diciembre, la colega fue sometida en reiteradas oportunidades a malos tratos por parte del Director, a lo que yo intervenía pidiéndole explicaciones de su accionar, recibiendo como respuesta su descontento, lo que desencadenó en abuso de poder de él, en el despido de la docente y en mi destinación”.

Al finalizar la carta, Noemí señala que dejaba bajo la responsabilidad de la alcaldesa y la del consejo, “tomar las medidas necesarias ante los hechos ya detallados”. A continuación, a modo de corolario, Cáceres comenta: “Recuerde que una delegación de estudiantes, apoderados y Director viajan a Francia ahora a fines de Septiembre” (sic).

A pesar de los presuntos delitos que Noemí acusó al docente, asegura que no se realizó ningún tipo de investigación administrativa y que meses más tarde ella fue trasladada a otra escuela.

La Ministra

El miércoles 6 de mayo del 2020, el Presidente Sebastián Piñera anunció a Macarena Santelices como nueva ministra de la Mujer y Equidad de Género, ministerio que estuvo descabezado desde el 13 de marzo, luego de la renuncia de Isabel Plá.

Las reacciones en redes sociales no tardaron en llegar, y el hashtag #Notenemosministra tomó cada vez más fuerza, mientras algunos quienes trabajaron con ella en Olmué, lamentaron su designación. Entre ellos, Noemí Cáceres.

­–Fue un balde de agua fría. No merecemos tenerla como ministra. No es digna de esa denominación­–, afirma la profesora, seleccionada en el año 2013 entre las 100 mejores docentes del país, en un concurso organizado por el Mineduc.

Cuando Noemí se enteró de la designación de Santelices le volvieron varios recuerdos a su memoria. Especialmente aquellos relacionados con aquella joven, recién egresada, que acompañó llena de ilusiones a la delegación de maestros que vino a un seminario en Santiago, a mediados del año 2016. Cáceres recuerda que al regreso del evento, notó a su joven colega un tanto rara y que el trato del director hacia ella había cambiado radicalmente. “Ahí empecé a parar las antenas, y como soy media curiosa para mis cosas, comencé a investigar”, cuenta.

Noemí asegura que varias colegas advirtieron el cambio en la relación laboral, y que pese a que la docente estaba muy bien evaluada, comenzó a sufrir hostigamiento por parte de su jefe directo, al punto de bajarla de una gira de estudios a Francia. “Nos enteramos de vuelta de vacaciones, en el primer consejo docente”, recuerda. Aquella vez Noemí preguntó por las razones y el director le respondió que él ya había hablado con la profesora. “Ahí comencé a notar que el director empezó a dejarla en ridículo frente a los alumnos y otras situaciones que ella ocultaba, porque cada vez que le preguntaba escabullía el tema”, agrega.

En diciembre del 2016, en la última reunión del año, el director del establecimiento terminó desvinculando a la joven profesora y solicitó el traslado de Noemí a otro establecimiento. “Igual suponía que podía pasar eso, porque me había transformado en una piedra en el zapato para este caballero”, dice.

Aquella vez, recuerda, llevó a su colega a una sala de clases y cerró la puerta. “¿Ahora me vas a contar que fue lo que pasó con el director?”, le preguntó. En ese momento la joven maestra le confesó que fue acosada durante tres días, cuando estuvo en el seminario en Santiago, insistiéndole todas las noches que accediera a compartir la habitación con él. “A mí me dio penita por todo lo que pasó la chiquilla. Fue muy triste todo”, cuenta.

Precisamente ese sentimiento de injusticia la motivó a acompañar a su joven colega hasta el Departamento de Educación del municipio y dejar cartas a la alcaldesa. “Nadie la quiso escuchar, al final buscó un trabajo y se fue de la región”, explica Noemí.

El Desconcierto se comunicó con el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. A través del encargado de prensa, la ministra Macarena Santelices reconoció que “aquel año, una vez conocidos los antecedentes del caso, tomó las medidas pertinentes”, sin especificar qué acciones realizó al respecto.

Este medio, luego de la escueta respuesta de la ex alcaldesa de Olmué, se contactó con el director del establecimiento para saber si había sido amonestado o, al menos, citado a declarar, entendiendo que la actual ministra de la Mujer y Equidad de Género habría tomado “las medidas pertinentes”. El funcionario, quien todavía ocupa el cargo máximo dentro del colegio, aseguró que “no tenía información sobre ninguna denuncia”, que no recordaba detalles de los hechos y que no había sido citado a ningún sumario administrativo en el municipio.

Pablo Altamirano, concejal por el Partido Socialista en Olmué, asegura que la carta presentada por Noemí nunca fue entregada en el Concejo, tal como lo estipuló expresamente la misma denunciante en la oficina de partes del municipio. “Jamás tuvimos información oficial de ella”, agrega.

–No me queda ninguna duda de que el manejo de Santelices buscaba tapar ciertas situaciones. Las cartas y correspondencias se filtraban de acuerdo a las necesidades de ella. Lamentablemente, tengo que decir que aquí hubo un encubrimiento tan fino, que ni siquiera se dejaron pruebas– explica.

Desde el mismo municipio aclararon a este medio que “como nueva administración no tenemos antecedentes de esta situación, por lo tanto, no nos vamos a referir de manera oficial a ese tema”, aseguró Danny Quezada, asesor jurídico de la municipalidad.

Enfermedad y despido

La última vez que Noemí recibió noticias del municipio, no fue precisamente respecto a la denuncia que había presentado. Recuerda que estaba descansando en su hogar, cuando de pronto recibió la visita del secretario municipal, quien traía consigo una carta de desvinculación por salud incompatible. Fue el 6 de octubre de 2017. Su curriculum de profesora era brillante, por lo que la idea de ser removida no estaba en sus planes, menos en ese momento que se encontraba con licencia médica.

A raíz del estrés vivido por el cambio de escuela, tras las rencillas con el director del colegio por el acoso en contra de su compañera, Noemí decidió realizarse un chequeo médico para saber en qué condiciones estaba. El diagnóstico fue demoledor: padecía artritis invasiva reumatoidea con imposibilidad motora.

A pesar de las sucesivas licencias médicas que le fueron otorgadas, Noemí fue despedida por la Municipalidad de Olmué. No obstante ser apoyada por el Colegio de Profesores y los concejales municipales, quienes estaban de acuerdo con su reincorporación, Macarena Santelices se negó de manera implacable a cada solicitud. Noemí, en su desesperación, volvió a enviarle cartas a la alcaldesa pidiendo reunirse con ella para revocar su decisión. Hasta el día de hoy, asegura, no ha tenido respuesta.

Tuvo entonces que acudir a la Contraloría. “Ellos finalmente solicitan a la señora Santelices datos que avalen mi despido. Nunca los presentó. El último dictamen de Contraloría solicita mi restitución al cargo, pero ella no cumplió con ninguno de los 5 dictámenes de Contraloría”, cuenta la docente.

Después de una cansadora lucha judicial para reintegrarse a sus funciones, y no hallar ningún tipo de solución, Noemí desistió, priorizando su bienestar físico y emocional. Los efectos de una enfermedad dolorosa y un despido injustificado, la debilitaron emocionalmente. Luego de luchar en la defensa de su joven colega, le tocó dar la pelea a ella sola. “Ha sido difícil”, dice.

–Fui testigo en carne propia de maltratos y vulneración de mis derechos como ciudadana y profesional, tanto en acción como en palabra. Pero no hay que tener miedo. Espero que se haga justicia. Unidas somos fuertes y no dejaremos que el mal nos aplaste– dice.

Fuente: El desconcierto

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