Los presos mapuche cumplen más de 80 días en huelga de hambre en la cárcel de Angol y en Temuco, con el machi Celestino Córdoba que se encuentra en un delicado estado de salud. La madre de uno de los presos de Angol y, a la vez, de los más jóvenes que asumió esta medida de presión en la cárcel, cuenta detalles sobre su estado de salud, los motivos por los que fue detenido y la historia de persecución que arrastra en la comunidad de Temucuicui.
El viernes pasado fue el último día que Herna Quidel viajó desde la comunidad de Temucuicui hasta la cárcel de Angol donde está preso su hijo Antu Llanca Quidel (20), aunque desde que fue detenido en noviembre del año pasado no ha podido verlo. Hace casi tres meses Llanca inició la huelga de hambre junto a otros siete comuneros mapuche. Es una machi la que entra a darles medicinas y a la salida le cuenta a Herna, y a los otros familiares, sobre su estado de salud cada vez más delicado: sus movimientos se han reducido al máximo y ahora solo están en la cama porque les pesan mucho las piernas y los brazos. “Ya no se pueden levantar de la cama, están sin fuerza, con fuertes dolores y con mareos”, cuenta la madre del comunero al teléfono.
Su estado de salud al igual que el de Sergio Levinao Levinao, Víctor Llanquileo Pilquiman, Juan Calbucoy Montanares, Juan Queipul Millanao, Freddy Marileo Marileo, Reinaldo Penchulef Sepúlveda y Danilo Nahuelpi Millanao se ha debilitado después de 81 días sin ingerir alimentos. Iniciar la huelga responde a una medida de presión al interior de la cárcel —es un derecho con el que cuentan para manifestarse—, para probar su inocencia en los casos judiciales por los que están siendo procesados. Una medida que comenzaron al mismo tiempo que el machi Celestino Córdoba, preso en la cárcel de Temuco, que exige al gobierno aplicar el Convenio 169 de la OIT para que el cumplimiento de su condena se ajuste a sus condiciones culturales y pueda acudir a su rehue. Por estos días ha estado en un delicado estado de salud. Incluso, por unas horas estuvo en huelga de hambre seca y ya se encuentra nuevamente solo bebiendo líquidos, luego de reunirse con el subsecretario de Justicia y el director de Gendarmería.
En el caso de los presos en Angol, Llanca y Nahuelpi (19) son acusados por el ataque a Fuerzas Especiales de Carabineros en el cruce Quechereguas, en la comuna de Ercilla, a mediados de noviembre de 2019. Ambos se encuentran actualmente imputados por delitos de homicidio frustrado a Carabineros, porte ilegal de armas, receptación de armas y porte de vehículos que previamente habrían sido sustraídos.
La salud de los jóvenes, los de menos edad en huelga, ha alertado a organizaciones de derechos humanos que exigen al gobierno dar respuesta urgente a sus demandas. Sobre esto la mamá de Antu cuenta más detalles.
¿Cuál es el estado de salud actual de su hijo?
Está muy mal físicamente, con calambres, vómitos, pero ahí están resistiendo los peñis adentro. Cuando le pregunté a la machi me dijo que él está en cama, ya demasiado débil por el tiempo que llevan, muchos días, siente calambres y mareos. En el módulo donde está hay dos presos más. La machi me dijo que ya no se podían auxiliar entre ellos. Si se llegan a descomponer más de lo que están, los tres están igual de mal. Apenas se mueven adentro, andan con bastón adentro para poder afirmarse y sostener sus cuerpos porque ya no se levantan de sus camas. Ya les está afectando el oído, no escuchan muy bien cuando le empiezan a conversar.
¿Se han estado comunicando ustedes?
No tengo número de teléfono, no hay comunicación, yo no tengo nada solamente a través de la lamgnen machi. Ella entra a evaluarlo, a darle medicamentos, lawen (medicina), aquí tiene entrada los días lunes y viernes.
¿Qué mensaje le ha mandado?
Lo único que le digo es que tenga harta fuerza, le mando harto newen para que pueda seguir resistiendo, para que él pueda salir victorioso. A mí me duele mucho que él esté haciendo eso, que esté en huelga de hambre porque es injusto para él y para mí porque como mapuche nos han torturado de esa forma. Como él para poder comprobar que no fue él que hizo esa cosa, para comprobar su inocencia, lo está haciendo.
El doctor Luis Umaña es el que ha estado entrando a la cárcel: al comienzo lo hizo tres veces a la semana y ahora una vez para hacerles el chequeo de salud. En promedio han bajado unos 25 kilos desde que partieron.
Detención de Antu
Humberto Serri Gajardo, defensor jefe de la Defensoría Penal Mapuche, explica a El Desconcierto que la investigación que se está haciendo a Antu está próxima a su cierre, para luego dar paso a la acusación y comenzar el juicio oral. Sin embargo, como defensores han sostenido que no hay participación ni de Llanca ni de Danilo Nahuelpi en los delitos por los que el Ministerio Público los va a acusar. “Esto en concordancia con la narrativa y versión que entregaron los jóvenes”, explica el abogado.
Para Herna, su hijo ha pasado por una historia de persecución y amenazas que ha recibido por parte de Carabineros y en procesos judiciales previos. Cuando tenía 11 años fue agredido por Carabineros en una comisaría de Ercilla, también recibió un disparo en sus manos. En 2018 fue involucrado en la conocida ‘Operación Huracán’, el montaje de Carabineros que culpó a mapuches de ataques incendiarios con pruebas falsas.
La acusación que le hacen esta vez ella lo ve como una muestra más de que su hijo se ha convertido en un objetivo de persecución en la comunidad de Temucuicui. “Uno más de todos a los que se ha sometido al pueblo mapuche porque no es solo con mi hijo, sino con tantos lamgenes que han pasado por lo mismo”, expresa.
¿Por qué cree que lo están inculpando?
Es por el hecho de ser mapuche que siempre somos juzgados de esa forma para poder callar nuestra lucha que llevamos adelante. Él siempre ha sido perseguido, desde que era muy niño y hasta ahora. Están involucrando a mapuche para encarcelarlos. Carabineros ya lo ha hecho en ocasiones anteriores. Desde que era niño ha sido perseguido por ser de las comunidades.
¿Cómo fueron esas situaciones?
Lo que pasa es que nosotros siempre hemos reclamado nuestro derecho que es la tierra. Siempre me vio a mí. El empezó a andar conmigo desde que era bebé, andaba participando. Yo soy una mujer bien luchadora por el derecho a la tierra. En ese momento estábamos en recuperación y en eso lo andaba trayendo siempre. Él lo vio a su manera, empezó a ver el maltrato que nos hacía Carabineros, las humillaciones, las sintió y las vio.
En ese proceso, ¿lograron recuperar las tierras?
Sí, en el fundo Alaska —en manos de la Forestal Mininco— que era el que nosotros reclamábamos y logramos obtenerlo. Fue hace siete años más o menos, pero se nos devolvieron las tierras. A él siempre lo vieron participar porque es un choiquefe, es un partícipe de la comunidad, no está afuera y él se mantenía en cualquier movimiento que se hacía.
¿Cómo ha repercutido eso en él y en su comunidad?
La gente de acá están todos mal, por ejemplo, los peñis y lamgnen estamos todos preocupados porque se están muriendo adentro sin tener ninguna solución, es demasiado para nosotros. Todo afecta a nuestros integrantes de la comunidad, que están conmovidos. Sin haber ningún tipo de solución, que es lo que más me entristece de hablar del tema. Imagínese que mi hijo se está muriendo adentro sin tener solución. Y cómo hay policías que matan, que violan, que secuestran al pueblo mapuche, a la gente, a los lamgnenes y gozan de su libertad y por qué mi hijo está adentro sin tener prueba alguna, sin tener pruebas contundentes. Es lo que más me complica.
¿Cómo ha sido el actuar de Carabineros en este tiempo?
Malo, cuánto maltrato hay en Temucuicui. Ahora último desde que falleció Camilo Catrillanca siguieron los procesos de allanamientos, nos andan espiando con un avión que pasa día y noche, nos andan vigilando.
¿Esos son drones?
No, es un avión, un avión que anda dando vueltas día y noche por aquí.
Fuente: El Desconcierto