Casi un cuarto de siglo lleva la Fundación Margen en una batalla que ha tenido altos y bajos, pero que mantiene firme los postulados de sus inicios. La regulación del trabajo sexual en Chile, la creación de leyes y marcos regulatorios que garanticen sus derechos y obligaciones laborales, permitiendo así reconocimiento social del trabajo sexual, son su meta principal, que hoy, en pleno 2020, aún no logran ver cercana.

Más de dos décadas lleva la Fundación Margen luchando por los derechos de las trabajadoras sexuales. Y eso sin contabilizar el trabajo que algunas de sus fundadoras realizaron desde antes de su creación, en la “Asociación Pro Derechos de la Mujer Ángela Lina”, predecesora de la Fundación en los noventa.

Se trata prácticamente de un cuarto de siglo, en el que a través de arduo trabajo y constante aprendizaje, las trabajadoras sexuales han pasado por diversas etapas, recibiendo a veces apoyo de parte de las autoridades, y siendo completamente ignoradas en la mayor parte de las ocasiones.

La regulación del trabajo sexual en Chile, la creación de leyes y marcos regulatorios, y una vida libre de estigma y discriminación, son las principales metas de esta organización, que este pasado 12 de mayo cumplió 22 años.

Herminda González, vocera de Fundación y secretaria organizacional de la Red de Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe, REDTRASEX, señaló que ni siquiera en el contexto actual de pandemia el gobierno ha llevado a cabo algún tipo de acercamiento hacia ellas, a diferencia de lo que ocurrió con gobiernos pasados, donde si bien tampoco se les entregó el trato que exigen, al menos hubo un poco más de cercanía.

Nunca a las trabajadoras sexuales se les ofreció apoyo en medio de la pandemia. Jamás han hecho un trabajo para integrarnos en las políticas públicas, las mujeres trabajadoras sexuales estamos invisibilizadas en este gobierno y en los gobiernos anteriores, siendo mucho más discriminadas durante los gobiernos de la derecha”, expresó González.

Por esto, la vocera explicó que han estado llevando a cabo actividades de auto ayuda entre sus propias afiliadas.

“Hacemos acopio en nuestra fundación para ir en ayuda de las trabajadoras sexuales del sector más precario. Mamás, estudiantes, que les está afectando un montón esto, porque son trabajadoras -como decimos nosotras- presenciales, que no es lo mismo que las trabajadoras virtuales. Las compañeras que ya tienen sus añitos les complica mucho, ellas han perdido su clientela, su fuente laboral, y solo están dedicadas a la crianza y tratando de apoyarse entre ellas, (por lo que) una vez al mes les entregamos algunos útiles de aseo y alimentos no perecibles”, detalló.

Son mujeres, son personas, son jefas de hogar, también hacen un aporte a esta sociedad, ellas también pagan arriendo, van al médico, como cualquier ser humano. Ellas aportan al Estado, como sea, las compañeras migrantes con su cultura, también. Ademas trabajan en otros espacios, como cuidadoras de ancianos, en casa particular, etc.”, insistió la vocera, enfatizando el aporte que hacen a la sociedad, como cualquier otro ciudadano.

En la misma línea, Nancy Gutiérrez, presidenta de la Fundación, expresó que si bien en las décadas de lucha que llevan “hemos visto avances, lamentablemente como esto está tan invisibilizado, avanzamos 10 pasos y retrocedimos cinco. Si nosotros avanzamos con gobiernos anteriores, hoy retrocedimos mucho. Por lo menos antes íbamos a los ministerios, hoy nada. Volvimos a cero”.

Gutiérrez detalló además que para la reparticiones de alimentos y útiles de aseo que están haciendo entre sus afiliadas más perjudicadas por la pandemia, consiguen los recursos “con ayuda de amigos, conocidos de la Fundación, y de las propias compañeras escort, que nos ayudan harto a entregar una mano a las compañeras que lo necesitan”.

Por su parte, una de las fundadoras de la organización, la ex diputada por el PPD, María Antonieta Saa, sostuvo que le rinde un “homenaje a la fundación, es una gran fundación de un grupo de mujeres que luchan por sus derechos, de la que hace algunos años atrás tuve el honor de ser su fundadora. Mujeres maravillosas que han tomado en sus manos la lucha por sus derechos, son trabajadoras sexuales que son absolutamente marginadas por esta sociedad y me saco el sombrero por lo que han hecho“.

En esa línea, Saa lamentó que en pleno 2020 “todavía el país no toma conciencia sobre lo que significa el trabajo sexual”, por lo que realizó un fuerte llamado a que “el gobierno y la sociedad reconozcan los derechos de estas mujeres”.

“Hoy la sociedad y el gobierno tienen que tomar conciencia, porque esto existe, y no se va a acabar, y no es un delito. Es muy importante que puedan ejercer sus derechos y trabajar en paz”, enfatizó.

Fuente: El Desconcierto

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