Desde su vuelta a clases, el pasado 6 de abril, las y los estudiantes de Licenciatura en Historia de la Universidad de Concepción se han estado organizando en contra del pago completo de su arancel, el que bordea los 2 millones de pesos. Hoy cumplieron 9 días movilizados y denunciaron que el alto valor de su pago anual, no se condice en absoluto con la mala calidad de aprendizaje que estarían recibiendo a través de las clases online.
Reclaman que la Universidad de Concepción no se ha contextualizado con la situación de cierre de sus dependencias ni con las distintas realidades de sus estudiantes. Señalan que la UdeC está cobrando el mismo arancel a la personas que componen la carrera, pese a que éstas no están utilizando la biblioteca, los laboratorios, implementos específicos, salas de reuniones o dependencias de su facultad en general, sin hablar del nulo gasto de agua, luz, infraestructura, etc.
Matías Maulen, vocero del Centro de Estudiantes de Licenciatura en Historia de la Udec, explicó que «el valor de las clases online, no se compara con el valor que tiene una clase presencial por distintos temas. La crítica inmediata que surge es contra el coste del arancel y el coste de lo que lamentablemente termina siendo un servicio. No se adecua a la calidad de este servicio».
Con respecto a los servicios que no se estarían entregando la Universidad de Concepción a sus estudiantes de Lic. en Historia, Maulen comentó, «son muy necesarias, por ejemplo, las fuentes bibliográficas; libros, revistas, artículos, etc. Por lo general ese material lo sacamos de la biblioteca, pero ahora es obvio que no podemos, por lo que nos queda solo internet. El problema de aquello es que a veces los libros son difíciles de encontrar. Tenemos que preguntarle a los profesores si es que los tienen, incluso nos han mandado fotos con sus celulares de las páginas de los libros que tenemos que leer».
Precarización en su aprendizaje es el que denuncia dicho estudiantado, además del daño que genera a la vista el tener que pasar horas y horas frente a la pantalla de un computador, por no poder acceder al material físico. Explican que «no todos los y las estudiantes tienen las mismas condiciones materiales. No todos tienen una impresora en sus casas o un buen internet o la posibilidad de imprimir en alguna parte sus los extensos libros que tenemos que leer».
Debido al pésimo manejo gubernamental de la actual crisis sanitaria, el coste de la vida en general se ha tornado cuesta arriba para la clase trabajadora de este país. Despidos, sueldos impagos, congelamientos de relaciones laborales, entre otras, han afectado directamente la posibilidad de pagar los aranceles, no solo a la y los estudiantes de Licenciatura en Historia, si no que al estudiantado en general de la Universidad de Concepción.
Además de exigir un cobro adecuado al tipo y calidad de servicio que están recibiendo por parte de la Udec, las y los estudiantes de Licenciatura en Historia sumaron a su petitorio la mantención intacta de los trabajos y salarios de las y los funcionarios de su departamento; auxiliares, secretarios y secretarias.
Con respecto a la estabilidad laboral de las y los funcionarios del departamento de Historia, las y los estudiantes denunciaron especulaciones de despidos y no pago de sueldos de no poder completar la recolección completa del arancel. «Esto lo entendemos como una amenaza y una forma de represión indirecta», acusó el vocero.
Desde el CEE de dicha carrera sostuvieron además que la única respuesta más o menos concreta que han obtenido desde que están en paro, no ha provenido desde su decanatura o jefatura de carrera, si no que desde las autoridades de la Udec, quienes han expresado que revisarán caso a caso las problemáticas económicas de sus estudiantes.
Frente a la inmovilidad de las autoridades de Lic. en Historia de la Udec, el vocero de dicho CEE comentó que, «hemos elaborado encuestas para ver la situación económica que están pasando las y los estudiantes. Constatamos que hay compañeros que llevan meses sin poder pagar el arancel, que tienen problemas en sus casas, porque han despedido a los sostenedores económicos de sus hogares».
En solidaridad con estas personas, las y los estudiantes hoy movilizados han desarrollado a lo largo de un mes, una comisión de ayuda al interior de la carrera. «Esta ha tenido como misión, ver los casos más afectados económicamente por la pandemia y gestionar una colecta para ayudarles. Considerando que hay compañeros que viven fuera de Concepción se les realizará un aporte voluntario», explicó Maulen.
Cabe destacar que esta iniciativa fue realizada de manera autónoma y autogestionada. Las autoridades y profesorado de la carrera de Licenciatura en Historia no participaron ni cooperaron de ningún modo con dicha colecta, ni siquiera con un aporte monetario. En cambio las y los estudiantes utilizaron «platas que nos quedaron del CEE del año pasado, además de lo que pudimos reunir a través de la colecta»
Cabe destacar que desde que votaron la paralización de las clases online, la jefatura de carrera ha insistido en que aunque se encuentren movilizados, continuaran con las actividades académicas. Las y los estudiantes movilizados de Lic. en Historia hicieron hincapié en que esta es «una falta de respeto enorme hacia nuestra autodeterminación como asamblea. Hemos sabido que esta situación no solo se ha dado en nuestro departamento, sino que también en otras carreras, por lo que entendemos que es una actitud que emana desde la Universidad».
Desde dicha carrera comentaron que el año pasado ya se les negó el derecho a paro, situación que se estaría repitiendo en estos momentos no solo en su departamento sino que también en otras facultades.
Fuente: Resumen