De acuerdo a testimonios y correos de Andrea Albagli, el ministerio le solicitó manipular la base de datos de contagiados por el virus, disminuyendo los casos hasta que calzaran con las cifras oficiales.

El Ministerio de Salud habría manipulado los datos de contagios durante la pandemia. Así lo reveló la ex epidemióloga del Minsal Andrea Albagli, por medio de una serie de testimonios y correos entregados a fiscalía. En ellos acusa al gabinete del entonces ministro Jaime Mañalich de manipular la información sobre Covid-19 en abril de ese año, disminuyendo los casos hasta que calzaran con las cifras oficiales.

De acuerdo a un reporte publicado por el medio Ciper, Albagli -quien trabajó elaborando los informes epidemiológicos sobre el avance del Covid-19- se negó a modificar los datos. Como resultado, utilizaron una nueva fórmula en la que el corte del cálculo se realizaba cada vez más temprano para evitar cifras superiores a las difundidas por la autoridad. Este desfase llegó a ser hasta de dos días, según la ex epidemióloga del Minsal.

La ex funcionaria declaró a Fiscalía el pasado 30 de septiembre, tan solo dos semanas después de su renuncia al Minsal, asegurando que en abril existió una orden directa del gabinete del ex ministro Jaime Mañalich para manipular la base de datos con el número de contagiados con Covid-19.

En ese momento, Albagli era una de las encargadas de hacer los informes epidemiológicos que se publicaban dos veces a la semana, con información detallada sobre la pandemia.

Dentro de su declaración no sólo presentó testigos, sino que además correos propios en los que presentaba reparos técnicos al manejo de registros de la pandemia. Por ejemplo, señalando que la letalidad del virus era mucho más alta en pacientes de Fonasa que en los de isapre.

Datos manipulados

Con respecto a las medidas para manipular los datos, la ex funcionaria señaló que existía un criterio especial para contar a los contagiados: solo incluía a aquellos en el sistema Epivigila (un software del Minsal que concentran los datos reportados por médicos y las seremi) que contaran con un examen PCR positivo. De esta manera, si una persona estaba en la plataforma pero no tenía examen, no se lo consideraba positivo.

La fecha más compleja de manipulación de datos fue el 24 de abril. Según Albagli, ese día llegó una orden directa desde el gabinete del ministro, quien ese viernes ya había dado a conocer una cifra de personas contagiadas públicamente. Generalmente, el informe del Minsal se daba a las 11:00, mientras que la publicación del informe epidemiológico era pasada las 17:00.

«El ministro informaba con un sistema desconocido para nosotros, paralelo, que primero eran llamados telefónicos, luego con un código de acceso que ponían los totales. Informaba estas cifras en la mañana, previo a que publicáramos los informes. El día 24 de abril, porque previamente el valor absoluto reportado desde Epidemiología era siempre inferior a lo reportado por el ministro, ese día pasó que la información que estaba en Epivigila sobrepasó lo informado por Mañalich. Así que cuando ya había recibido la base de datos, estaba escribiendo el informe, mi jefatura directa, Rodrigo Fuentes, me indica que, por pedido del ministro, hay que borrar los últimos registros para hacerlo calzar, porque si bien podía haber diferencias, la información de Epivigila no podía exceder lo informado por el ministro. Nosotros no lo hicimos«, dijo a La Tercera.

La solución fue mover el “punto de corte” para los informes diarios, declaró la profesional. Al principio, dijo, «era a las nueve de la noche del día anterior, después de esto era a las ocho, a las seis, a las cuatro, hasta que terminamos dos días atrás«.

Según los documentos entregados a Fiscalía, efectivamente las horas de corte para extraer la información de la base de datos Epivigila fue variando en el tiempo.: el 16, 19, 23 y 26 de abril fue a las 21:00; el 30 de abril fue a las 18:00; el 7 de mayo a las 19:00 y el 31 de mayo a las 10:00.

Los correos electrónicos

El medio Ciper accedió a algunos correos electrónicos internos del Minsal escritos por Andrea Albagli. En uno fechado el viernes 10 de abril a las 10:57, la profesional planteó sus reparos respecto del concepto de casos «activos» y «recuperados» que por entonces comenzó a comunicar el Minsal: «Debo reiterar mis reparos al respecto: la definición de ‘casos activos’ se construye desde la definición de ‘recuperados’ que se ha adoptado en este ministerio. Dicha definición no se apega a ninguna indicación de organismos internacionales y sus implicancias no son inocuas: estamos comunicando erróneamente que todas las personas que han sido diagnosticadas hace dos semanas ya no son contagiantes y por ende no son “casos activos” y, al no ser precisa esta definición, contribuimos a la propagación del virus en aquellas personas que siguen contagiando luego del período de 14 días»

Luego de enviar este correo dejó de participar en la elaboración de los informes epidemiológicos. Pero una semana después se produjeron errores graves: los datos de contagiados aparecieron errados y el Minsal debió bajar el informe del 18 de abril. Entonces, le pidieron retomar sus labores en los informes.

En ese momento, recibió órdenes sobre qué incorporar o qué sacar de los informes epidemiológicos, para dar una imagen de una “situación más favorable” en el curso de la pandemia: «La primera cifra de recuperados tampoco pasó por epidemiología, fue de gabinete».

En otro correo electrónico, fechado el 6 de abril, Albagli alerta del contraste entre la base de datos de exámenes PCR de laboratorios, que se utilizaba para las cifras regionales y comunales, y la base de datos de Epivigila, que se utilizaba para dar a conocer las cifras de contagio a nivel nacional. «Esto llevaría a, eventualmente, mostrar cifras que reflejan una realidad de menor severidad que su alternativa. Este lo podríamos considerar el problema con mayores repercusiones sanitarias, si la cifra sugiere adopción de medidas menos rigurosas para el control del brote», señaló en el mail.

Finalmente, Albagli señaló que su decisión de renunciar al Minsal fue que las autoridades no hicieron nada ante la información que reportó, tras analizar los datos de Epivigila, sobre una mayor letalidad de pacientes de Fonasa versus los de isapre.

«Se observa que dentro de la totalidad de casos confirmados, la probabilidad de morir por Covid es un 86% mayor en personas adscritas a Fonasa en comparación con personas adscritas a isapre, ajustando por sexo, edad y presencia de enfermedades crónicas. Si este análisis se limita a la población con Covid confirmado que fue hospitalizada, este parámetro aumenta, y la probabilidad de fallecer por Covid en población Fonasa es más del doble», señala el documento.

Actualmente, la investigación judicial al manejo de la pandemia del Ministerio de Salud se mantiene en pausa luego que el ministro Paris se negara a entregar los correos electrónicos del ex ministro Mañalich; de su jefa de gabinete, Itziar Linazasoro, y de la subsecretaria Paula Daza. Ahora, la Corte Suprema deberá revisar la solicitud hecha por la Fiscalía para acceder a esos registros, luego que el mismo presidente Piñera se sumara a la solicitud del Minsal para que los correos no sean entregados.

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