El fin de semana, el caso de Constanza, la joven madre que debía vender sus alimentos para costear el tratamiento médico de su hijo, causó gran conmoción en redes sociales, desde donde se generó un mágico y bonito canal de solidaridad. Al mismo tiempo, desde el Ministerio de Salud la llamaron para disculparse y ofrecerle ayuda médica, la que nunca llegó y, en lo concreto, se tradujo en una dolorosa respuesta de parte del Hospital El Carmen de Maipú.

Profundo impacto e indignación causó este fin de semana el caso de una joven madre que, agobiada por la falta de dinero y de ayuda gubernamental, debió salir a vender su propia comida para costear el tratamiento de su pequeño hijo, quien no sólo padece una complicada enfermedad, sino que debe consumir medicamentos de alto costo.

Ha sido algo difícil. Tengo un bebé de un año y seis meses con un tumor endocrino, haciéndole exámenes”, contó Constanza.

El caso, mostrado por CHV Noticias, motivó una hermosa cadena de solidaridad, con muchos  usuarios de redes sociales movilizados para entregare ayuda en dinero y comida a Constanza.

Fue tan bullado el caso, que llegó hasta el Ministerio de Salud. “Me dijeron que ya lo iban a atender. Del Ministerio de Salud me pidieron perdón por no gestionar esto de manera más agilizada”, contó el domingo ella rebosante de felicidad.

Sin embargo, de parte del gobierno, todo se diluyó rápidamente. Así lo denunció el periodista Alejandro Vega, autor del reportaje, quien a través de su cuenta de Twitter cuestionó sin miramientos a la entidad estatal.

Inhumano lo que hizo el Ministerio de Salud con el pequeño Manuel. Ofrecieron atención. Recibió un portazo. Constanza llevó al hijo al Hospital El Carmen. Además de pedirle nuevos exámenes a su hijo, le respondieron que lo atenderán cuando termine la pandemia”, denunció.

Y nuevamente, la solidaridad de las personas se hizo patente ante la indiferencia de las autoridades. El mismo reportero contó que un particular se ofreció a costear todos los gastos médicos del menor de edad en una clínica privada y se comprometió a instalar un taller en la casa de Constanza, para que su emprendimiento de amigurumis (artesanías tejidas con crochet), pueda crecer y darle estabilidad económica.

Fuente: El Desconcierto

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