Durante la pandemia la violencia obstétrica se recrudeció: a la medicalización, sobreintervención y vulneración de derechos se sumaron las cancelaciones de turnos y, en muchos casos, la deriva total. ¿Por qué es importante, más que nunca, la autonomía de las licenciadas en obstetricia?
Por Las Casildas
La norma dentro del sistema médico en relación a la atención obstétrica es la medicalización, la sobreintervención y la vulneración de derechos. Frente a una situación de crisis mundial como la que se nos ha planteado con el Covid-19, lo (desafortunadamente) esperable era que la violencia obstétrica se recrudeciera en todas sus formas.
Las Casildas Asociación Civil diseñó un nuevo relevamiento para sondear la realidad de las mujeres gestantes durante la cuarentena. Los resultados son alarmantes y dan cuenta de un sistema expulsivo que sin ningún tipo de respuesta o solución tan solo cerró sus puertas a las mujeres que requieren atención obstétrica.
Según los datos parciales recabados por la organización, al 69% de las mujeres les cancelaron los turnos y estudios y al 59% no les ofrecieron ningún tipo de solución. Con respecto a los nacimientos el 43% fueron inducidos, el 50% fueron por operación cesárea y de esas cesáreas el 38.5% fueron programadas, en el 31% de los casos las mujeres fueron separadas de sus hijos/a después del nacimiento.
El panorama ante el que se encuentran las mujeres es desolador: un sistema que las interviene de manera rutinaria, medicalizando innecesariamente sus procesos sexuales y reproductivos, llevándolas a sentirse falladas, enfermas. Una bomba a punto de estallar y que ante una situación de pandemia, tan solo las deja a la deriva
Ante esta situación la respuesta por parte de las organizaciones de la sociedad civil no se hizo esperar y vino de mano de las licenciadas en obstetricia de todo el país. AAPI y Las Casildas realizaron dos grillas de atención telefónica y virtual completamente asistidas por parteras con la intención de poder resolver las dudas de las mujeres que quedaron sin atención. Es importante recalcar que estas grillas son de carácter gratuito para las mujeres y de trabajo voluntario por parte de las profesionales.
Al momento del presente informe la red de AAPI reporta un total de 250 consultas, de las cuáles el 91.6% fueron referidas al embarazo. Es interesante destacar que el 96.8% de las mujeres sienten que sus dudas fueron resueltas por las profesionales de la red y solo un 10.4% de los casos fueron derivados a la guardia, lo que deja en evidencia la importancia de la labor de las licenciadas en obstetricia que permite evitar el colapso del sistema de salud. Con respecto a la red organizada por Las Casildas, al día de hoy se reportan 515 consultas.
Esta situación viene a demostrar la vital importancia de la labor que realizan las licenciadas en obstetricia en los diferentes niveles de atención, en el seguimiento prenatal y la asistencia de los embarazos y partos sanos (según criterios de la OMS el 85%), así como el acompañamiento en la salud sexual y reproductiva de las mujeres y adolescentes y el asesoramiento en lactancia y cuidados del recién nacido/a sano/a. Son ellas las profesionales idóneas para acompañar estos procesos sexuales y reproductivos y es por esto que el reconocimiento de su autonomía es un deuda pendiente en materia de derechos laborales.
El año pasado la Cámara de Diputadxs le dio media sanción al proyecto de ley del ejercicio profesional de obstetricia. Si el proyecto no se trata en Senadorxs antes de fin de año pierde estado parlamentario.
En un país con un estado presente y, en teoría feminista, esto es prioritario. Se juegan la autonomía y el respeto por nuestros derechos y nuestros cuerpos. Banderas que levantamos desde hace años en las casas, en las calles y dentro de las instituciones médicas. En un país donde se nos obliga a parir exigimos que, al menos, nos garanticen hacerlo sin la violencia sistemática, sorda e invisibilizada con la que lo hacemos en la actualidad. Y para que eso suceda señores de la corporación médica e integrantes del Senado de la Nación, necesitamos la autonomía de las parteras.
Conoce más sobre la lucha de las parteras en @parterasenlapandemia
Fuente: Cosecha Roja