«Los recursos de infraestructura uno los puede ampliar. Día a día se está aumentando la disponibilidad de camas. Aún existen camas disponibles, existen respiradores disponibles, el tema es que hay que tener el personal adecuado y, lamentablemente en Chile, no contamos con toda la cantidad de intensivistas y médicos de urgencia que se necesita en este tipo de pandemia», advierte Luis Enberg.

Considerando el complejo panorama por el que atraviesa Chile en estos momentos, con los centros de salud en niveles de sobredemanda de pacientes afectados por cuadros de salud críticos desarrollados a causa del coronavirus, Luis Enberg, Presidente de la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia, entrega sus apreciaciones respecto de distintas aristas alusivas a la pandemia.

“Hay una ocupación casi completa de las Unidades de Cuidados Intensivos y eso provoca que no exista un desagüe de la urgencia, al no haber un stock de camas críticas, no tenemos a quién derivar al paciente. Nos empezamos a quedar con ellos y eso también provoca saturación de los servicios de urgencia. Si la pandemia sigue exactamente igual, con la misma tendencia, al muy corto plazo vamos a tener saturadas completamente las urgencias y las Unidades de Pacientes Críticos y eso va a terminar siendo algo catastrófico”, comenta aterrizando el oscuro panorama que se avecina si el nivel de contagios que presenta el país no cede.

“El llamado es a que la gente se quede en sus casas, porque la única forma de disminuir la cantidad de gente que consulta, es disminuyendo el contagio y la única manera de disminuir el contagio, es que se queden en su casa”, clama el especialista entendiendo lo adversa que es la situación.

Consultado respecto de la saturación de camas y otros insumos y enseres necesarios para enfrentar la emergencia sanitaria, Enberg ilustra el escenario en el que Chile está hoy. “En relación al dilema de la última cama, siempre que existe saturación de los sistemas de salud, uno empieza a tener menor disponibilidad de recursos, el gobierno ha tratado de tener la mayor disponibilidad y eso ha generado que se vea en las cifras que existe mucho ventilador disponible. El tema es que el ventilador necesita de personal que lo sepa manejar”, dice introduciendo una nueva arista en el análisis que comparte con El Desconcierto.

“Todos los cuidados que se dan a pacientes tan críticos, tienen que ser dados por personal que tenga un nivel de conocimientos. A pesar de que existan muchos recursos, vamos a llegar a un punto en que, más que decidir quién vive y quién no vive, porque ese es un juicio que no le corresponde a un médico solamente, sino a un Comité de Ética Existencial, lo que se va a tratar de hacer es dar el mejor de los cuidados con los recursos que se tienen”, aclara.

“Nosotros no tratamos de llegar al nivel de elegir a quién sí y a quién no, lo que tratamos de hacer es darle el mejor cuidado a quien corresponda y de la forma que corresponde”, agrega luego.

Respecto a los pacientes que se están enviando fuera de Santiago, el especialista explica cómo se hace y a qué responde esta decisión. “En relación a los traslados a regiones, eso habla de que existe un nivel de saturación en Santiago, entonces uno tiene que tratar de llevar a los pacientes a un lugar donde haya cama y a mí me hace mucho sentido de que si en Santiago no nos quedan camas o estamos muy al límite, es normal derivar hacia otro lugar”, comenta.

“Lo que se hace es montar un operativo con todo lo necesario. Van médicos, terapistas ventilatorios, van reanimadores del SAMU, personal de las FF.AA que permiten darle un adecuado tratamiento al paciente durante su traslado. Lo importante, lo que se busca es que todas las personas reciban el cuidado que se merecen. Eso es lo que se está haciendo. No es lo ideal, pero es lo que se hace cuando pasa esto. Hay que tener en cuenta que en las pandemias, la gran cantidad de gente que consulta, lleva a tener que tomar estas decisiones”, ilustra.

“Los recursos de infraestructura uno los puede ampliar. Día a día se está aumentando la disponibilidad de camas. Si uno ve en el total, aún existen camas disponibles, existen respiradores disponibles, el tema importante es que hay que tener el personal adecuado y, lamentablemente en Chile, no contamos con toda la cantidad de intensivistas y médicos de urgencia que se necesita en este tipo de pandemia”, asegura dejando claro que, en todo caso, este es un imponderable con el que tienen que lidiar la mayoría de los sistemas de salud afectos a una emergencia de la envergadura de la pandemia del COVID-19.

“De forma global, es difícil que un sistema de salud pueda tener a toda la gente que se necesita en pandemia, porque esto es algo absolutamente excepcional”, acota.

“El número de camas y la cantidad de ventiladores son números súper dinámicos, en relación a las ambulancias, también es un recurso que no es ilimitado y que, obviamente, tiene que ser bien utilizado. En este momento, todavía se cuenta con ambulancias suficientes. El tema es que, en la medida de que no exista un comportamiento adecuado en la población y la gente no entienda de que tiene que quedarse en su casa y salir sólo cuando es estrictamente necesario o cumplen un rol importante dentro de la sociedad (esto no va a cambiar). El resto, ojalá pueda trabajar desde sus casas y si va a salir, salir con todas las medidas. Con mascarilla, mantener la distancia social y además, el lavado frecuente de manos, se necesita mucho que la gente entienda que, en la medida de que no pongan de su parte, aparte de que el gobierno y el personal de salud hagan sus mejores esfuerzos, no vamos a lograr vencer la pandemia”, concluye.

Fuente: El Desconcierto

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