En la mañana de este lunes se realizó una masiva marcha en apoyo a los presos políticos mapuche de Angol, quienes hoy cumplieron 80 días en huelga de hambre en la cárcel angolina. Todo este tiempo sin obtener aun respuestas concretas por parte del gobierno, en cuanto a la aplicación del Convenio 169 de la OIT a sus situaciones judiciales y carcelarias.
Fueron cientos de comuneros y comuneras mapuche que avanzaron por las calles del centro de Angol en dirección a la Gobernación de Malleco, la que se encontraba antes de la llegada de las y los manifestantes, repleta de personal policial en su interior. Luego de hacer presión a las afueras del edificio gubernamental, los werekenes y el lonko de las comunidades en resistencia de la provincia fueron recibidos por el gobernador Juan Carlos Beltrán.
Durante la reunión tanto la vocería de los presos políticos mapuches de Angol, como el lonko de las comunidades de Malleco, Victor Queipul, expresaron a la autoridad provincial su preocupación por la inmovilidad del gobierno en relación a la huelga. Además, expresaron su preocupación por las acciones judiciales presentadas por Gendarmería ante la Corte de Apelaciones de Temuco y la posibilidad de forzar la alimentación y el traslado de los comuneros hasta un centro asistencial de empeorarse su situación.
A principios de julio la Corte de Apelaciones de Temuco acogió un recurso de protección presentado por Gendarmería, mediante el cual se permitió trasladar a los presos políticos en huelga hasta un centro asistencial. Como respuesta a esto, la vocería de los comuneros recluidos en Angol acudió a la Corte Suprema, tribunal que determinó no innovar por lo que la institución carcelaria no podría trasladar a ningún comunero hasta que no se resuelva la situación en el máximo tribunal del país.
Sobre la reunión en la Gobernación de Malleco, el vocero de los presos en huelga, Rodrigo Kuripan comentó que «le comunicamos al gobernador que la salida es urgente y debe ser política y si o si debe buscar la ratificación del Convenio 169. También le planteamos la preocupación de las familias y las comunidades sobre la posibilidad de alimentar forzosamente a los peñis en huelga y cuál será el protocolo que tomaría Gendarmería, como entraran al módulo por la fuerza y contra el consentimiento del comunero. Creemos que esto sería no hacerse cargo de las demandas políticas del pueblo mapuche y seguir con la violencia».
La manifestación se enmarcó en la situación de los veintisiete comuneros mapuche que hoy están en huelga de hambre. En la cárcel de Angol son ocho los presos políticos que se encuentran en un crítico estado de salud, a fines de junio dos de ellos tuvieron que ser trasladados de urgencia hasta el hospital angolino.
El machi Celestino Córdova, que también cumple 80 días sin consumir alimentos, aún permanece internado en el hospital de Imperial y anunció que desde este miércoles iniciará una huelga seca. Por su parte, los presos de Lebu cumplen hoy 16 días en huelga de hambre y en Temuco se sumaron siete comuneros más a la extrema medida.
Con respecto al estado de salud de los comuneros recluidos en Angol, el medico Luis Umaña expresó que «ha aumentado la pérdida de peso de manera considerable, el promedio de pérdida de peso es del 25%. Pueden haber fallas hepáticas y renales pasados los 70 y tantos días de huelga. Los síntomas de decaimiento, debilidad, calambres, hormigueos, dolores de cabeza, insomnio, han aumentado y si agregamos la baja de peso importante de esta semana, estamos entrando a un estado de gravedad critica».
Umaña enfatizó en que «esta semana y la otra son realmente críticas. Tiene que terminar la situación antes de esperar que llegue una gravedad irreversible». Por su parte Kuripan agregó que «ayer pudimos ingresar como vocería, pero no pudimos sostener una reunión conjunta con ellos porque no se pueden levantar, no pueden ponerse en pie. Pese a ello, su ánimo es que el gobierno propicie una mesa de diálogo para destrabar la situación, pero no ser así ellos vana a ir hasta el final, si nos niegan un derecho bueno esta será la consecuencia. Si ellos tienen que morir en esto, lo van a hacer».
Fuente: Resumen