Desde el medio informativo comentan a El Desconcierto que esta represión por parte de Carabineros corresponde a una persecución sistemática contra la prensa alternativa o de contrainformación. «A mí me ha botado el guanaco en Valparaíso, tengo perdigones en mi cabeza, me llegó una bomba lacrimógena el 1 de diciembre afuera de la tenencia de Carlos Valdovinos. El 1 de mayo también nos llevaron detenidos a cuatro camarógrafos de Señal 3», señala uno de los reporteros del canal de La Victoria.
El viernes 22 de mayo, a eso de las 21.45, Víctor Torres del medio periodístico Señal 3 de La Victoria, leyó una publicación en el grupo de Facebook de la población que decía que se sentía olor a lacrimógena en el barrio. Tomó su cámara y se dirigió a calle Departamental para ver qué sucedía.
Torres cuenta a El Desconcierto que en el lugar no habían barricadas, y que “solo estaba Carabineros, que hizo ingreso a la población por calle Galo González. Decido caminar hacia la misma dirección que los efectivos, donde aún habían algunos vecinos en la calle. Cuando pasó un furgón de Carabineros por mi lado y yo lo empiezo a grabar, el vehículo se detiene frente a mí. Eran de la 51° Comisaría. Me preguntan si tengo salvoconducto, yo les digo que sí, que soy prensa”.
“En eso le muestro mi credencial al funcionario y saco mi celular para que vieran el salvoconducto. Incómodo, sosteniendo la cámara en la mano derecha, trato como puedo de buscarlo entre los permisos que tengo en el teléfono. Sin embargo, el subteniente me dice que tendré que irme detenido y mostrarlo en la comisaría, porque me demoro mucho”, declara el comunicador, quien piensa que cuando vieron su credencial de Señal 3 eso los hizo ensañarse.
“Me toman entre varios Carabineros y me tiran al piso dentro del furgón, me pego en sien derecha y en el codo de la mano izquierda. Tratan de quitarme el celular y la cámara, y uno trata de pisarme el teléfono en el cual estoy tratando de buscar el documento para mostrárselo. Al hacer esto, me pisa la mano y el celular se apaga porque tenía poca batería. Luego, dos de ellos me apretan con sus rodillas contra el piso del furgón hasta que llegamos a la comisaría”, cuenta el camarógrafo.
Torres asegura que en el recinto lo esposaron y le quitaron todas sus pertenencias. “Yo les digo que luego llegará la abogada a reclamarme, y pido que me devuelvan la credencial que acredita que soy reportero gráfico. El subteniente Urzúa dice que yo no portaba credencial, la hicieron desaparecer”, acusa.
Al momento de salir de la Comisaría, y tras horas de espera en el recinto policial, al reportero le pidieron que firmara los papeles para su salida, pero se negó reclamando que lo habían agredido y que quería dejar constancia de ello. Ante esto, denuncia que los oficiales le aseguraron que si no firmaba y se iba, se quedaría detenido. Finalmente, la abogada le dijo que firmara y que constatarían lesiones de forma particular.
“Debo decir que borraron las videos que tenía en la cámara, que habrían servido de prueba de mi detención ilegal”, concluye Torres.
Persecución sistemática a medios de contrainformación
El Desconcierto también se comunicó con Víctor Pino, uno de los abogados que asesora a los comunicadores del medio en este y otros casos, quien afirma que efectivamente la detención fue ilegal y que se encuentran evaluando si presentarán o no acciones judiciales al respecto.
“Dijeron que lo habían detenido por una infracción al artículo 318 del Código Penal, que es infringir la norma sanitaria y poner en riesgo a la población (…) sin embargo, esta detención fue ilegal, considerando que él contaba con su salvoconducto colectivo como medio de comunicación, listado donde su nombre está efectivamente incorporado”, explica Pino, para quien esto tiene que ver con una persecusión sistemática a los medios de comunicación alternativos.
“No solo en la comuna sino que en todos lados. Casi todos los días estamos recibiendo denuncias por parte de periodistas y medios”, establece el abogado.
Así también lo piensa Gonzalo Barría, compañero de trabajo de Víctor Torres, quien cuenta que esta no es la primera vez que sucede algo así con el personal del canal popular y comunitario.
“Desde hace tiempo que ya venimos sufriendo este tipo de represión. Siempre hemos tenido en realidad. Patadas, combos, lumazos, que nos mojen los equipos… pero últimamente ya ha sido más notorio”, acusa el reportero.
“Esta represión corresponde a una política sistemática contra los medios de contrainformación, y la verdad es que nosotros lo hemos sentido fuerte (…) a mí me ha botado el guanaco en Valparaíso, tengo perdigones en mi cabeza, me llegó una bomba lacrimógena el 1 de diciembre afuera de la tenencia de Carlos Valdovinos. El 1 de mayo también nos llevaron detenidos a cuatro camarógrafos de Señal 3, y lo último es lo de Víctor”, enumera Barría.
“Aquí hay manifestaciones que no salen en los medios de comunicación. La gente está descontenta, tiene hambre. Y bueno nosotros tratamos de hacer esa pega de difundir dentro de nuestras posibilidades, y la continuaremos haciendo”, concluye el comunicador.
Fuente: El Desconcierto